martes, 13 de marzo de 2012

Máscaras.




Algunas máscaras nos las ponemos porque es como queremos ser en realidad; otras nos las ponemos porque no soportamos enfrentarnos a lo que hay debajo o porque es lo que otra persona necesita que seamos; y algunas máscaras nos las ponemos porque esperamos permanecer ocultos.
Pero eso es lo malo de ponerse máscaras, que pueden arrancáterla en cualquier momento.

jueves, 8 de marzo de 2012

Recomponer



Lo que intento decirte es que entiendo lo que es sentirse el ser más pequeño, insignificante y patético de la humanidad y lo que es sentir dolor en partes del cuerpo que ni siquiera sabías que tenías. Y da igual cuántas veces te cambies de peinado, o a cuántos gimnasios te apuntes, o cuántos vasos de Chardonnay te tomes con las amigas, porque sigues acostándote todas las noches repasando todos los detalles y preguntándote qué hiciste mal o qué pudiste malinterpretar. Y cómo puñetas en ese breve instante pudiste pensar que eras tan feliz. A veces incluso logras convencerte de que él verá la luz y se presentará en tu puerta. Y después de todo eso y aunque esa situación dure mucho tiempo, vas a un lugar nuevo y conoces a gente que te hace recuperar tu amor propio. Y vas recomponiendo tu alma pedazo a pedazo, y toda esa época difusa, esos años de tu vida que has malgastado, empiezan por fin a desvanecerse.

martes, 6 de marzo de 2012

Cerrada...




- ¡Basta ya!
- ¿Qué vas a hacer?
- Lo que debía haber echo hace mucho tiempo, voy a esconderte en un sitio del que no puedas salir de forma inesperada ni causarme más problemas.
- Pensaba que eras mi amiga, pero veo que no es así, ¡eres tan mezquina como el resto!
- No me eches a mi la culpa, ¡todo esto es por tu culpa! Te dije que te mantuvieras alejada, entra ahí ahora mismo y no quiero oírte gritar ni quejarte.
- ¡¡No la cierres!! Te prometo que no saldré. Lo juro y...
- Tus promesas no significan nada. Te conozco, empezarás a hablar, a gimotear y a abrir la puerta para contarme esto o aquello cada vez que te apetezca y...
- No puedes esconderme, formamos una pareja. Prometimos ser las mejores amigas pasara lo que pasara ¿te acuerdas?
- Eso fue antes de que te convirtieras en mi peor enemiga.
- ¡Por favor, por favor, déjame salir de aquí!, te necesito. Se supone que siempre vamos a estar juntas. ¡No me dejes sola!, tengo mucho miedo... Seré buena y haré todo lo que me pidas, pero, por favor, déjame salir...


Volvió a sentarse en la cama y ya sola, débil y agotada, se tapo los oídos con la almohada para no oír los sollozos que traspasaban la puerta. Por fin estos se convirtieron en gemidos, y, más tarde, en silencio. A continuación, exhausta, se sumió en su particular mundo de sueños en donde no hay lugar para la tristeza.

domingo, 4 de marzo de 2012

En busca de la felicidad


Creo que nunca ha sido demasiado difícil hacerme feliz; la verdad, yo lo veo bastante fácil. Si me conocieras bien, sabrías que soy patéticamente previsible.
No necesito flores, ni que me compren una estrella, ni aviones que al volar escriban mi nombre. No me convencen las declaraciones ni las promesas de amor eterno, me parecen incomprensibles. Las sorpresas, cuanto más inesperadas y pequeñas, más bonitas me resultan. Y me vale todo, siempre que sea con cariño. Todos los detalles son buenos... abrazos, caricias, un simple beso, un mensaje inesperado, palabras sencillas, pero sinceras. Eso sí, que sea sin condiciones, estando solos o con gente y en cualquier lugar.