martes, 30 de marzo de 2010

Tu decides.






Hablar. No se hablar, por eso escribo.
Escribir. ¿Alguna vez supe hacerlo?

Empiezo a dudarlo... No busco consuelos, no busco un "que hacer" porque solo yo puedo saber que quiero y lo sé, pero a veces, (siempre) aunque sea la decisión correcta hay momentos en que duele. A ti te ha dolido y a mi me duele. Pero son eso, momentos, únicamente eso y aunque a ratos no vea la salida, aunque a veces decida quedarme en lo mas hondo y rendirme, se que todo, todo, tarde o temprano, termina y que esos momentos no durarán eternamente.

Me ciego a mi misma cuando estoy mal, al igual que otras miles de personas se cegarán a si mismas, pero forma parte de la rueda, la maldita rueda del blanco y el negro... No podemos saber y apreciar lo bueno si antes no nos ha pasado algo malo. Quid pro quo. Tanto mal obtengas, tanto bien recibirás y es así, siempre ha sido así, pero no lo vemos. Tu lo sabes y yo lo se, pero es eso, nos cegamos y a la menor variación externa perdemos el rumbo.

¿Pero que implica perder el rumbo? ¿Necesitar hablar? ¿Necesitar escribir?
No se a que charlas me refiero, que palabras busco, no se de que rumbo hablamos y no se que camino estoy caminando, porque realmente no me importa donde piso, no me importa si me caigo o si había una ruta más fácil, no es eso. Me importa la meta, lo único que me importa es lo que encuentre al final de ese camino y saber si tu (querrás) estarás al final.

Terminado ese camino, cogeré otro, tropezaré en otras piedras (o en las mismas), pero...
¿Caminarás conmigo?

5 comentarios:

ElenarTe dijo...

Y cuando llegue el momento de elegir caminos, sepamos ser fuertes en nuestras deciciones.
Como decía Paolo Coelho "escoger un camino significaba abandonar otros".
Y aunque duela, como bien dices, encontrarás alfinal del trayecto un camino lleno de flores.
Sigue escribiendo así, pues igualmente sanas corazones.
Un abrazo

Unknown dijo...

Los tropiezos son inevitables, pasa lo mismo con las cientos de caídas inesperadas que hacen heridas hondas, pero creo que resulta más especial cuando al final de todo y en la punta del camino está la persona indicada.

Cuidate.

Anónimo dijo...

"¿Caminarás conmigo?" Yo sí :) El camino siempre está lleno de curvas y altibajos, la rueda de la fortuna es así, unas veces se está arriba y otras abajo...lo importante es que SIEMPRE seas tú misma: "lo que te llevará al final serán tus pasos, no el camino, no ves que siempre vas detrás cuando persigues al destino?" :)
Yo sigo tu ruta, aunque sea complicada...nadie dijo que fuera a ser fácil, y eso, realmente, tampoco importa...tu final será hermoso y bello, porque tú eres...Mágia :)
Tropieza las veces que sea necesario y si no te puedes levantar...pégame un toque ;)
Un abrazo más que inmenso preciosa :)!!!

Anónimo dijo...

A tu pregunta: Sí, por siempre. Cogido de tu mano recorreremos los caminos más agotadores que nos deparen, y cuando estés cansada te subiré a mi espalda y seguiremos caminando, juntos.

Desde que te conozco no quiero caminar solo, quiero que siempre estés tú a mi lado.

Shalom dijo...

"No se hablar, por eso escribo"

Hace no mucho me preguntaron cuál era la razón por la cual quiero y me fascina escribir. No supe explicarla con la claridad que hubiese deseado, pero la razón era tan simple,tan clara como la frase anterior y justamente así lo desebaba expresar mi lengua inhábil: "No se hablar, por eso escribo"