domingo, 6 de mayo de 2012

Alguna razón.


A las máquinas no les sobran partes, siempre tienen las piezas exactas que necesitan.
Así que pensé que si todo el mundo fuera un gran mecanismo, yo no podría ser una pieza extra.
Tenía que estar ahí por alguna razón.

3 comentarios:

Nidya Najas Mahecha dijo...

muy lindo...muy sabio...

Tropiezos y trapecios dijo...

Todos tenemos nuestro fin. Nadie está aquí por casualidad.

Un saludo.

Oski.

Anónimo dijo...

sí, muy lindo