domingo, 10 de marzo de 2013

Ilusión.



Había una vez un campesino gordo y feo
que se había enamorado (¿cómo no?)
de una princesa hermosa y rubia...
Un día, la princesa - vaya usted a saber por qué -
dio un beso al feo y gordo campesino
y, mágicamente, este se transformó
en un esbelto y apuesto príncipe.


(Por lo menos, así lo veía ella.)
(Por lo menos, así se sentía el.)